martes, 25 de agosto de 2009

¡MAMA MIA!



Montaje mexicano con gracia y encanto

Mamma Mia! qué diversión

Mis hijos saben nadar y no lo hacen nada mal (¿y a mí qué?, te estarás
preguntando lector); no les da miedo aventarse del trampolín de 3 metros... pero cuando realmente quieren divertirse, mejor se van al chapoteadero.

Así es como, apreciable lector, te puedes acercar a la versión mexicana de Mamma Mia! una comedia musical que tiene la profundidad de una alberquita y te garantiza diversión como la que pudiste disfrutar de niño.

Sí, la garantiza incluso para quienes, como el que suscribe esta nota, no sólo no somos fans del grupo ABBA, cuyas canciones son la base el
montaje, sino que lo consideramos absolutamente prescindible para la historia de la música.

No tiene padre

La trama inicia con Sophie Santos, que en vísperas de casarse les cuenta a sus amigas que, gracias a la lectura del diario íntimo de su madre, ha descubierto que tiene tres posibles padres: Samuel, Javier y Bruno, quienes “estuvieron” con su madre, Donna, más o menos en
las mismas fechas.

Pero más que eso, Sophie ha cometido la imprudencia de invitarlos, a escondidas de Donna, a su boda, con la esperanza de reconocer a uno de ellos como su padre.

El agua está lista para que equívocos y enredos naden a su antojo por la escena.

El canto y el encanto

Además de las canciones de ABBA, Mamma Mia! descansa casi por completo en el encanto y la gracia que pueda tener su elenco, y en este caso pasan la prueba con una calificación sobresaliente. Gloria Aura canta bien (sin exagerar, por momentos no se le entiende) y hace una Sophie que no tarda mucho en volverse adorable.

Particularmente encantadoras, divertidas y buenas cantantes resultan María Fillippini y Anahí Allué, como las tías de Sophie, Tanya y Rosie.

No se quedan muy atrás los posibles padres, el mexicano Beto Torres, el argentino Damián López y el español Paco Morales.

Quizá la que menos brilla es la otra protagonista y la más famosa del elenco, Rocío Banquells. Muy bien como cantante, pero un poquillo tiesa como actriz. No desmerece, para nada, pero no tiene el encanto de los otros.

Una queja muy frívola

Ya que estamos instalados en la frivolidad, no me es posible dejar de mencionar que como varón heterosexual me sentí un tanto discriminado por los creativos del montaje.

Resulta evidente el esfuerzo que se hace para destacar la abundancia de belleza y sensualidad masculinas del elenco (esa escena con los trajecitos de buzo medio mal puestos, los torsos desnudos, mmm…)

Pero la parte femenina, salvo en el caso de la muy sexy Fillippini, queda oculta entre vestuarios amplios y luces confusas.

En fin. No se la pierda.

Fuente. Mundo52.com

1 comentario:

Lexell Cassini dijo...

Una respuesta muy frívola:
Pero cuando salen mujeres con bien poquita ropa en obras com Chicago, Cabaret, Los Productores y dulce Caridad, ¿las mujeres tenemos prohibido decir algo, verdad?
Me ha cuasado gracia tu frívola queja, ni al caso.
Por cierto mi prima de 7 años se avienta completa Romeo y Julieta, en francés sin subtítulos ni nada y le encanta, Mamma Mia le va a pasar como agua.